lunes, 17 de agosto de 2015

El Descenso del Río Sella


Este verano de 2015, durante mis vacaciones en Asturias hice con mi padre el descenso del Río Sella. La bajada del Río Sella es internacionalmente conocida. Para quien no lo sepa, el Río Sella se encuentra en Asturias y desemboca en Ribadesella, en el Mar Cantábrico.

Lo más normal es contratar a alguna empresa para que te deje sus canoas y te traslade al Río; es lo que hicimos mi padre y yo. A las 10 de la mañana fuimos a un local de la empresa organizadora. Allí nos dieron un bidón con comida y en donde teníamos que meter nuestras cosas. Este bidón se lleva en un lugar de la canoa hecho específicamente para él. Es obligatorio saber nadar y llevar un móvil para avisar a la empresa cuando quieres que te lleven de vuelta al pueblo cuando decides parar en tu descenso. Además, recomiendo que llevéis crema solar ropa o bañador de recambio y alguna toalla. Nos llevaron en un minibús a un complejo donde las empresas tiene los remos y las canoas y allí nos lanzamos con la canoa, los remos y el bidón. Hay tres paradas principales en las que cuando llames te recogen, a los 7 km, a los 12 km y a los 15 km. Una vez en el complejo se os explicará como reconocer cada una de las tres paradas.

Pequeños rápidos del Río
Pequeña playa de piedras en la orilla del río
Al principio, no nos sentíamos cansados pero, poco a poco se nos empezaron a cansar los brazos y comenzamos ir cada vez más lentos. Al llegar a la parada de los siete kilómetros, hicimos  una larga parada para asegurarnos de donde estábamos, comer, y descansar un rato. El río, esta lleno de pequeñas playas de piedra con muchos chiringuitos en los que la gente se suele parar a descansar, bañarse o comer.

El ambiente y las vistas son increíbles, hay muchísima gente, sobre todo jóvenes, durante los primeros 7 kilómetros. Después comienza a haber menos gente. Más tarde, continuamos el descenso hacia la parada de los 12 kilómetros. Comenzamos a sentirnos cada vez mas cansados, y los brazos comenzaron a pesarnos cada vez más. Finalmente, llegamos a la segunda parada de los 12 kilómetros. Una vez allí llamamos a la empresa organizadora los cuales nos recogieron y nos trasladaron a Ribadesella.

Una de las cosas que más me gustó fueron los rápidos, con los que, a pesar de que no son peligrosos, hay que llevar cuidado para no chocarte contra las rocas.

Fue una excursión inolvidable en la que disfruté de manera sana.







4 comentarios:

  1. Me ha parecido muy divertido.

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  2. ¡Enhorabuena! La próxima vez a por los 15 kms., aunque probablemente tu padre no pueda (está un poco mayor) y hayas de dejarlo en la parada anterior.

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  3. Enhorabuena a ver si el año que viene haces otro descenso que puede ser el del segura

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  4. Enhorabuena a ver si el año que viene haces otro descenso que puede ser el del segura

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