Juana la Loca

Durante casi 50 años, Juana, apodada como "La Loca" estuvo encerrada en un palacio de un pequeño pueblo español de Valladolid, Tordesillas, ya que tras la muerte de su marido Felipe "El Hermoso", se la tomó por loca.  Mientras, el Cardenal Cisneros, como regente, y después su hijo Carlos V, gobernaron en España.

Juana "La Loca"

Juana nació en el reino de Castilla el 6 de Noviembre de 1479, en el Alcázar de Toledo. Tenía seis hermanos: Catalina de Aragón, Isabel de Aragón, Juan de Aragón, María de Aragón, Alonso de Aragón y Alonso de Estrada. Unos años más tarde, los Reyes Católicos decidieron casar a sus hijos con príncipes extranjeros. Con el propósito de rodear a su mayor enemigo, la monarquía francesa. Por tanto a los 17 años de edad, en el año 1497, Juana se trasladó a los Países Bajos para contraer matrimonio con el archiduque de Austria, Felipe el Hermoso, heredero de las casa de Borgoña y de Habsburgo. Durante el matrimonio Juana tuvo seis hijos. El destino de Juana como archiduquesa y princesa en Flandes se vio muy pronto alterado, debido a la muerte de su hermano mayor Juan, que estaba casado con Margarita de Austria en Octubre de 1497, y de su hermana mayor, Isabel, casada con Manuel I de  Portugal (esta última, dejando un hijo como sucesor a la corona, que murió antes de tener dos años).

Juan de Aragón hermano de Juana

Isabel de Aragón, hermana de Juana

De este modo, en el año 1500 Juana se convirtió en heredera única de los tronos de Aragón y Castilla. Por tanto su madre, Isabel de Castilla, más conocida como Isabel la Católica, le suplicó que volviera rápidamente de Flandes a España. En cuanto Juana llegó junto con su esposo Felipe a Castilla, Isabel la Católica lo dispuso todo para que las cortes la reconocieran como legitima heredera de la corona.

Dos años más tarde, las cortes de Toledo se reunieron en mayo y marcaron un punto de inflexión en la vida pública de Juana, comenzando así a poner en cuestión la capacidad de gobernar de Juana. Cuando la reina Isabel redactó su último testamento antes de morir, el 26 noviembre de 1504, existían serias dudas sobre la salud mental de Juana. A pesar de que la reina Isabel la confirmó como heredera del trono, ella también tenía dudas de su capacidad para asumir la corona. Por tanto, la asumió el padre de Juana, Fernando II de Aragón  (Fernando el Católico). El 25 de septiembre de 1506 murió su esposo Felípe en la Casa del Cordón, Burgos. No se sabe de qué exactamente. Juana estaba embarazada de su sexto hijo. Este golpe emocional fue terrible para ella. Desde entonces Juana comenzó a dar cada vez más claras muestras de incapacidad para reinar. Tras la breve regencia del cardenal Cisneros, el primogénito de Juana, Carlos, desatendiendo los derechos dinásticos de su madre se hizo con la corona. Juana fue encerrada en 1509 en un castillo de Tordesillas hasta el día de su muerte. Allí se le fue ocultando información política o cosas como la muerte de su padre Fernando el Católico la cual se le confirmó cuatro años más tarde del fallecimiento. Allí recibió las numerosas visitas de sus hijos y de sus nietos. Al final de su vida sus familiares comenzaron a preocuparse por el estado de su alma, temían que estuviera endemoniada. Se negaba a confesarse o a ir a misa. Juana I de Castilla murió en Tordesillas el Viernes Santo de 1555 a los 76 años, tras haber estado 46 años encerrada en los muros de un castillo.

Lo más probable es que nunca sepamos si realmente estaba loca, endemoniada o, simplemente era una persona normal y corriente.